El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, criticó duramente el proyecto, revelado esta semana por el gobierno de EE.UU., que contempla una inversión de 175.000 millones de dólares.
Según Pekín, el sistema —una versión avanzada del “Domo de Hierro” israelí— incluirá interceptores espaciales, tecnología láser y sistemas de rastreo hipersónico, lo que violaría el tratado sobre el uso pacífico del espacio exterior.
Estas declaraciones se produjeron después de que el ex presidente Donald Trump anunciara la iniciativa, diseñada para neutralizar misiles balísticos, crucero e hipersónicos. Mao Ning afirmó que el Escudo Dorado alteraría la estabilidad global y pidió a Washington que “suspenda su desarrollo”, subrayando la necesidad de “fomentar la confianza mutua entre las grandes potencias”.
Analistas internacionales señalan que el proyecto podría exacerbar las tensiones entre China, Rusia y EE.UU., especialmente en un contexto de creciente militarización del espacio.
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